Bajale! con la obesidad CNOP Durango

La obesidad es una enfermedad y es la adicción más difícil de vencer; porque se puede dejar el cigarrillo, el alcohol o las drogas pero lo que no se puede hacer es dejar de comer.
Por lo tanto, más que vivir haciendo dieta, lo más adecuado y eficaz es incorporar nuevos hábitos y desterrar viejas costumbres que son las que llevan a aumentar de peso.
Sabemos que lo que más le cuesta a la mayoría de la gente es cambiar, pero si una persona está suficientemente motivada, puede conseguir sus objetivos sin hacer inhumanos esfuerzos.
Tomar la decisión de bajar de peso no es suficiente, porque se necesita además el compromiso con uno mismo.
A medida que el peso del cuerpo se eleva, baja la autoestima y aumenta la culpa; y no solamente se crea un problema estético al engordar sino que también se compromete todo el funcionamiento orgánico.
Las dificultades de un obeso no terminan con el deterioro de su salud y su peso sino que contaminan todas las áreas de su personalidad, como sus relaciones personales, su trabajo y su calidad de vida.
Por eso, la decisión de bajar de peso, no sólo mejora la salud y el aspecto físico sino que además mejora la situación personal eliminando un grave obstáculo para iniciar una nueva vida.
Una vez logrado el objetivo de reducir el peso hasta el nivel deseado, recién comienza el verdadero esfuerzo, que a diferencia de la dieta estricta, nunca termina y que consiste en mantenerse delgado.
El mantenimiento no exige un plan de alimentación riguroso porque sería imposible llevarlo a cabo, sino que se trata de aprender a comer moderadamente siempre.
Existen algunos tips que pueden ayudar a mantener el peso adecuado toda la vida.
-Cada persona debe conocer su propio cuerpo y mirarse al espejo de frente y de perfil, para tomar conciencia, si tiene sobrepeso. Hay muchos que sólo se miran de frente porque no quieren creer que están gordos.
-Es necesario comprometerse a mantener el peso normal según la estructura del cuerpo y la edad que tenga cada uno, para siempre.
-Pesarse todos los días a la misma hora y en la misma balanza.
-Realizar actividad física diariamente, durante treinta minutos como mínimo
-Hacer las compras con el estómago lleno y comprar estrictamente lo necesario.
-Evitar los excesos y aprender a ser moderado en todo.
-Incentivar nuevas relaciones y nuevos intereses
-Aprender a prepararse la comida, cocinar es un arte útil para mantener el peso y además es terapéutico.
-Distinguir entre las señales de hambre y las de ansiedad
-Comer sentado y masticar los alimentos 28 veces como mínimo.
-Tomar mucho líquido sin alcohol.
-Servirse en plato de postre
-Dejar siempre el último bocado en el plato
-Comer de cuatro a seis veces por día con intervalos no mayores de tres horas.
-No saltear comidas
-Achicar toda la ropa
-Dejar de comer cuando no se tiene más hambre y no esperar a sentirse lleno.
-No lea ni vea televisión mientras come.
-Si comete una trasgresión no sienta culpa, disfrútela y continúe con la siguiente comida moderada sin modificar nada.
-Ayude a otros a bajar de peso y atrévase a formar su propio grupo de autoayuda
-Si tiene ansiedad salga a caminar, hable por teléfono, vea una película, haga ejercicio, tome un baño, medite, arregle las plantas, ordene los placares, haga algo que le guste, etc., pero no coma. La ansiedad no debe asociarse a la comida.
Recuerde que lo más difícil no es bajar de peso sino mantenerse y que la obesidad no se cura, sólo se puede controlar.

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